El invierno en Turquía deja árboles llenos de abrigos y de chales para que los pobres los utilicen y se curen del intenso frío.

Oficialmente el invierno no entra hasta el 21 de diciembre, pero el frío y la nieve no entiende de fechas y ha entrado arrastrando con él, a la escarcha y la nieve.

En el mal llamado «primer mundo», parecería que no hay personas a las que les hacen falta abrigos y bufandas. Podríamos creer que todos tienen, pero no en todos los casos es así.

Se me ocurre que podríamos hacer como en Turquía…

Clic en la imagen para ver el bookmovie.

Deja un comentario